Kenia, mujer sensible, capaz de emocionarse con la belleza del mundo, de la vida, en cada instante, con cada pequeño detalle...
Kenia está más que conectada consigo misma.
Decidió hace tiempo retirarse del mundanal ruido, quitarse de prisas y lujos, y navegar hacia dentro, en silencio. Hacia la conquista de si misma, de manera honesta y humilde... para sanarse, amarse y estar limpia como el agua clara, para un día, ser una mujer consciente, libre de lastres y un dia, convertirse en madre consciente.
Kenia tiene arte y sensibilidad, en su manera de estar, de mirar, de hablar, de escuchar, de sentir y crear desde la emoción y sin filtros...
Kenia es puro amor
Qué entrega a la vida mas honesta...que maravilla habermos emocionado contigo!
Carolina Cerro
EL ARTE DE LA VIDA
Para mi iniciar la
formación profesional como Doula ha sido descubrir un color nuevo.
Ese que aún no tiene
nombre.
Me considero una
persona bastante sensible, disfruto
observando la sabiduría de la naturaleza, esa que nos rodea en cada instante.
Tras finalizar mis
estudios universitarios en la Facultad de Bellas Artes me permití deshacerme de las exigencias del sistema y
dedicarme unos años a mí misma. Para reencontrarme
de forma más profunda.
Años de estudios, de
ratón de biblioteca, de reflexiones en buena compañía, de grandes maestros, de
comprensión de lo abstracto, de deleite con las historias del arte…
Lo cóncavo o lo
convexo, la luz y la sombra.
Comprender emociones
para poder expresarlas.
De impresiones y sol
naciente.
Realismo,
surrealismo. Un reloj sin tiempo.
Futurismo y el viaje en coche.
La máquina, el
confort, con Ford, el ocio inventado.
La fábrica, nacen
las guarderías.
Cubismo,
expresionismo, creado, recreado.
Lo póvera.
Bienvenidos al Non
Site. Land Art.
Disfrutar caminando.
Y un urinario para descolocar.
Para reflexionar
sobre ¿Qué es el arte?
Esquemas rotos.
Y ¿Qué
es nacer?
¿O prefieres aire de
París?
El Arte a veces
humano. El Nacimiento a veces inhumano.
Y viceversa.
Nos permite cuestionarlo todo.
Para crear y hacer
del interior una verdadera obra de Arte preferí volver a nacer.
Tras una serie de
ejercicios de respiración consciente pude adentrarme en la manera en la que
vine a mundo.
Me sumergí en una mayor comprensión de mí misma.
Fui “prematura” , durante
mi primer mes de vida extrauterina , viví en una incubadora que ahora prefiero llamarla
“querido packaging”.
El contacto piel con
plástico estuvo asegurado. Nadie de mi sangre me acompañó en mi proceso de
bienvenida.
A la joven mujer que
me dio la vida se le negó su derecho de arropar y amamantar a su criatura, yo.
Eran otros tiempos,
menos información al alcance de todos.
Toda esa asimilación
me ha hecho sentir un gran interés, una
gran pasión y respeto hacia el inicio de la vida. Siento una gran importancia y
compromiso hacia el valor que tiene ese proceso vital de bienvenida.
Son infinitos los
conceptos que acompañan a la maternidad en la actualidad.
Son numerosos los
profesionales que defienden con sus investigaciones toda una serie de
evidencias que aportan claridad a este asunto, y apoyan la idea de que la forma
en la que nacemos es una especie de sello que nos acompañará el resto de la
vida.
Sin extenderme en
conceptos ancestrales , arcaicos, modernos, postmodernos, futuristas, contemporáneos o visionarios
, he llegado a la conclusión de que la humanidad se merece el cambio que está experimentando.
Las personas merecen
nacer con respeto y de forma amorosa.
Las mujeres tienen
derecho a estar informadas, a vivir sus
experiencias , su maternidad y sus
ciclos vitales de forma placentera , en
definitiva de la manera que ellas decidan.
Estamos viviendo
toda una serie de procesos sociales que
están haciendo emerger y recuperar
muchos conocimientos que por un momento
estuvieron ignorados.
Es el momento de permitirnos sentir, sentirnos seres vivos.
Seres humanos y aportarnos
el valor que nos merecemos unos a otros.
Cada acto de
violencia en el ámbito que sea debe ser cuestionado y eliminado. Desde los que
se comenten de forma invisible hasta los que se realizan de forma oficial y
descarada.
Por ese motivo
descubrí un color nuevo al realizar la formación como Doula.
Porque ha sido tal
la cantidad de información indispensable que he aprendido, toda la red de profesionales que han participado y que han
aportado excelentes jornadas de calidad,
que simplemente como hembra lo recomendaría a las otras mamíferas.
La interacción con
las compañeras y con cada uno de los
profesionales, ha sido más que enriquecedora. Todo un crecimiento personal.
Porque va más allá de
una simple palabra.
Va más allá del
significado de la palabra.
De las competencias
de la labor.
Se trata de aportar
a ese vacío evidente, un poco de luz.
Acompañar y apoyar emocionalmente a quién lo solicita, siempre desde el respeto
y la comprensión.
Cubrir, si nos lo
piden, esa soledad y miedos hacia la desinformación de lo
fisiológico.
El acto de dar vida
se merece estar reconocido como el momento cumbre en el desarrollo vital de
cada ser humano.
Siento que tras esta
formación he comprendido que seas
flor o seas florero. Las Doulas aportan humanidad a la humanidad.
Y estoy encantada sinceramente de formar parte de este cambio.
Kenia Hernández
Licenciada en Bellas Artes
Mujer consciente que acompaña procesos de vida y Doula
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